- Los datos forman parte de la cultura de empresa. Y no sólo para ser almacenados en una base de datos y luego medir resultados. Se fomenta la curiosidad de los empleados, a los que se invita a buscar nuevas fórmulas para explotar la información.
- Habitualmente la empresa se organiza en jerarquías horizontales, de forma que empleados y directiva están en contacto continuo. Así se tiene en cuenta el punto de vista de toda la plantilla y se consigue una visión global del negocio.
- La empresa trabaja fijando objetivos, incentivando a sus equipos con recompensas de todo tipo y evalúando a sus trabajadores del mismo modo, basándose en sus aportaciones y resultados.
- La empresa da un enorme valor a la ciberseguridad y a cumplir con la normativa vigente en todo momento. Este es el caso del nuevo Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD).
- Cómo cabe esperar, la empresa apuesta por las últimas tecnologías de análisis y medición de datos. De esta forma es capaz de detectar tendencias de mercado y tomar decisiones de forma mucho más rápida que una empresa tradicional.